jueves, 26 de agosto de 2010

Motivos para confiar

Cuando la situación económica en nuestro país se hace cada vez más tensa, al igual que en el resto del planeta, y la conciencia del pueblo debe primar para llevar adelante cualquier empeño, a cada paso encontramos motivos para confiar en la Revolución.

Uno de ellos vino a mí hace solo pocos días, se trata de Kenia Aguilar Quesada, una joven trabajadora social del municipio de Jiguaní, madre de uno de los dos partos de trillizos que tuvieron lugar en Granma durante el primer semestre de 2010.

Kenia se mantuvo desde las ocho y hasta las 28 semanas internada en el hogar materno Esperanza Acosta, de Jiguaní, municipio en el que desde hace 90 años no se producía un parto de trillizos, cuando nacieron Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes junto a su progenitora tuvieron una suerte muy diferente.

Para Kenia estaban destinadas atenciones diferenciadas, cariño y la preparación adecuada para enfrentar una situación totalmente nueva.

A las 28 semanas fue trasladada a la Maternidad del hospital general universitario Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, y a las 29 semanas, el 29 de mayo, se le practicó la cesárea y nacieron sus tres niñas, Emilly de la Caridad, Eynara de la Caridad y Elied de la Caridad, con mil 490, mil 280 y mil 480 gramos de peso, en ese orden.

Comenzó entonces el período de la Sala de Neonatología y la incubadora, la esmerada atención de un equipo de médicos y enfermeras que se consagró a esas tres recién nacidas como si se tratara de sus propias hijas, una de ellas, Elied, demasiado pequeña, no rebasó, y a casi un mes de nacida falleció.

Hoy, transcurridos tres meses Kenia y su esposo Juan Miguel Labrada disfrutan de sus dos hijas, sanas y con suficiente peso, y expresan su agradecimiento infinito al Sistema de Salud cubano y a la Revolución.

Así como este caso me solidificó la certeza en el futuro y la confianza en el presente, otros muchos existen en cada barrio de la provincia de Granma y del país.

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